
Por culpa de los Hombres G y La Oreja de Van Gogh siempre he tenido mis reservas con los nuevos grupos españoles. Acepto que es una tontería meterlos a todos en el mismo cajón, pero es inevitable recordar las voces tan asquerosas de los cantantes españoles que llegan a México y no sentirse amenazado por la posibilidad de que todos sean la misma mierda. OK, no todos son tan capullos, gilipollas y repelentes como los que ya dije; en el caso de Delorean tampoco puedo decir que sean lo mejor que ha salido de su país, pero por lo menos sí merecen una mención para separarlos del malaventurado grupo de bandas que ponen hits en la radio mexicana. Para que no se queden con una mala impresión, sepan que Delorean lleva en este EP una ondita muy semejante a lo que hiciera Cut Copy el año pasado: pop indie bailable con altas dosis de pegamento y muy pocas de pretensión farsante. Honestamente, nada que cambie tu mundo, pero por lo menos sí aguanta para ponerle buena onda a una tardecita calurosa.