9 nov 2009

NOVIEMBRE DE PINCHE LOCURA


Por culpa de las exigencias laborales, familiares, etc, etc, la constancia en cuanto a publicaciones en este blog no se puede considerar como una de mis mayores virtudes. Sin embargo, a pesar de no actualizarles diario como Dios Manda, les armo grandes paquetes con breves reseñas para que disfruten, escojan y se me mantengan tranquilos por lo menos por otras dos semanas, o lo que sea que me tarde en volver a publicar algo jaja. Con mucho gusto les recomiendo otra serie de discos (los cuales espero sigan frescos en tiempos tan fugaces). Eso sí, no se vale venir a decir "ya no sirve el link" al año de que lo subí... Pinche policía de internet, se tardan, pero tampoco tanto. 
Bueno, a lo que nos truje, Chencha. Con ustedes, estas bellezas:


En la boda de muy bajo presupuesto de una de mis primas, el músico en la iglesia tocó la marcha nupcial con un tecladito Casio sumamente pitero. El sonido era altamente jocoso y la labor de mantenerse serio en tan sagrado recinto y en tan digna celebración era dificultosa. Imaginemos ahora que ese mismo güey con ese mismo teclado se pone a tocar canciones de MGMT. Ahí tienen a Neon Indian; ahora sí se vale cagarse de la risa.


Siempre se agradece un nuevo disco de los Mountain Goats. El encanto pueblerino de esta banda no se ha perdido y sospecho que no se perderá en un buen rato. En particular la canción "Genesis 3:23" me pone de muy buen humor. Álbum de carretera.


En un mundo donde los vampiros y los temas oscuros han sido reducidos a una simple caricatura adolescente, se agradece que haya gente haciendo música honestamente sombría.
Para muchos, Dead Can Dance no ha muerto y para ellos lo "oscuro" no tiene nada que ver con "cosas del diablo".


Hoy en día suena a nueva tocar como las bandas de hace 30 años. Imaginemos una cadena alimenticia donde el "Pink Flag" de Wire es devorado por el "Document" de REM, el cual a su vez es devorado por una manada de bandas de la primera década del 2000 y luego es defecado. Esa mierda que queda sobre el suelo es el "Astro Coast" de Surfer Blood. Y sí, señores, es un cumplido. 

Jim O'rourke en un ejercicio de pretenciones virtuosas-progresivas de más de 30 minutos en un solo track. No está mal, no está mal, pero lo prefiero dosificado y dulcificado.



El álbum que todos estábamos esperando con la música que no necesariamente estábamos esperando. Desde su coronación como la reina del subterráneo musical y su adoración como figura de culto, el regreso de Annie era esperado como el del mismo Jesús, pero el discurso y el mood chicloso se mantienen tan iguales que no sorprenden. Es un buen disco, sí, pero el sabor de esta goma de mascar está empezando a perderse.


Varios Artistas - 5: Five Years of Hyperdub

La mejor colección de un género electrónico muy de moda en la última mitad de esta década. Si se te hizo tarde para subirte al tren del cool, ésta es tu última oportunidad... (Me hace recordar a una colección de drum'n'bass curada por Goldie que era LA onda. Preguntémonos quién la escucha hoy en día). 




Suecos, para variar. Solamente la voz de una mujer y las percusiones de un hombre. OK, de vez en cuando entran otros instrumentos, pero la base y la estructura están conformadas por los primeros dos elementos. No se espanten, no suena como el Medulla de Björk.


De bajos melodiosos neworderianos y sintetizadores cutcopianos, una banda linda, de esas que no cuesta trabajo escuchar. Disfrutable y recomendable. Pero o me estoy volviendo viejo o ya pocas cosas me enloquecen (ésta no es una de ellas).



Pues a mí me sonó como el disco folk que haría J. Mascis. Muy bonito y muy agradable, como un Bon Iver tomando Prozac y siendo artificialmente feliz. Será la influencia de mi Aropax, pero a mí se me hace de lo mejor que he escuchado las últimas semanas. Disfruten.

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