13 ago 2009

Sally Shapiro - My Guilty Pleasure (2009, Suecia)


Y seguimos con Suecia y el pop. Sinceramente, y pecando de hacer juicios racistas, las suecas en su mayoría me parecían mujeres extremadamente pálidas, sin sal, y tan frías como el país del que vienen (salvo las modelos, las actrices y todas esas que nacen guapitas jajaja), por lo que me resultaba dificil entender cómo podían hacer esa música tan cálida y tener esas voces tan dulces. Este pensamiento me llegó fuertemente cuando escuché el primer disco de Sally Shapiro, pero hoy ya no es una sorpresa. De cualquier forma, sigue rompiendo lo que en mi cabeza tenía como el estereotipo de sueca... ninguna princesa del hielo, más bien una princesa del dance hecha y derecha. 
Los títulos de los discos son el pretexto perfecto para que la gente juzgue a los artistas; My Guilty Pleasure no se escapa de ese estigma: Sally Shapiro es mi placer culpable. ¿Por qué? porque si no te clavas en la textura, si no te pones exquisito a decir "oh sí, un hermoso renacimiento del Italo Disco, una preciosa reminiscencia a los que marcaron el camino como Giorgio Moroder, una prueba más del liderazgo del pop sueco", etc, etc y cuanta mamada pretenciosa más se les ocurra, la música de Sally Shapiro suena como lo que oían las niñas de 13 años cuando yo tenía la misma edad (eso, hace alrededor de 15 años).  En una escuchada superficial eso es, un disco de Fey, un disco de Jeans, un disco de Eurodance, pero uno muy pero muy pero muy chingón...y de ese modo sí digo, "Sally Shapiro es mi placer culpable". 
De ustedes depende el dejarse llevar por esta música que ofrece más de lo que se escucha a simple oído (no se puede decir "a simple vista", es música) o descalificarlo antes de sacudirle un poco el azucar. 

Pruébalo. (cuidado, no te vayas a empalagar)

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